Líderes Mormones resaltan cómo la Expiación ofrece refugio espiritual y llaman a fortalecer el testimonio sin atajos
BUSÁN, Corea del Sur — En un encuentro con jóvenes de esta ciudad costera, el élder Dale G. Renlund, miembro del Cuórum de los Doce Apóstoles de La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días (Mormones), subrayó el precio infinito que pagó Jesucristo por cada persona y explicó cómo ese sacrificio brinda perdón, vida eterna y justicia divina. La sesión tuvo lugar el sábado 17 de mayo y también contó con la participación de su esposa, la hermana Ruth Renlund; el élder Christopher H. Kim, Setenta Autoridad General y segundo consejero en la presidencia del Área Asia Norte; y la hermana Seongmi “Sue” Kim.
La Expiación como victoria suprema
Para ilustrar el valor individual, el élder Renlund comparó reliquias célebres subastadas con la vida de cada creyente: ambos adquieren su verdadero precio por lo que el Salvador entregó —un costo sin límite—. Citando Doctrina y Convenios 18:10–13, enseñó que la Expiación de Cristo facilita el arrepentimiento, derrota la muerte y corrige las injusticias humanas. “Fue la batalla más grande jamás librada”, recordó, en alusión al himno “Getsemaní”.
Cuatro bendiciones centrales de la Restauración¹
- Ser sellados a nuestros seres queridos para la eternidad (ritual mormón de unión familiar).
- Recibir la investidura, es decir, acceso al poder del Padre Celestial.
- Gozar del don y guía del Espíritu Santo.
- Contar con la custodia de los ángeles.
“Nuestro Padre Celestial lo ofrece todo; simplemente no hay atajos para alcanzar Su plenitud”, afirmó el apóstol.
Proteger el alma con “armadura divina”
Rememorando una lesión infantil al usar mal el hacha de su padre, comparó la fe a una “zona de seguridad” divina: al abandonarla, el creyente queda expuesto. “El apóstol Pablo nos insta a revestirnos de la armadura de Dios para no dejar fisuras”, indicó. En ese sentido, invitó a apoyarse en las Escrituras, los profetas vivientes y las doctrinas restauradas, que protegen contra el daño espiritual.
Un testimonio forjado desde la infancia
El élder Renlund compartió que, con 11 años y en Suecia, aceptó la invitación de líderes misioneros para leer y orar sobre el Libro de Mormón —texto sagrado de los Mormones—. Esa experiencia confirmó su convicción en José Smith, en Jesucristo y en la veracidad de la Iglesia restaurada. “Este reino les pertenece; si ustedes no lo defienden, ¿quién lo hará?”, desafió a los jóvenes.
Confianza en la cercanía de Dios
Por su parte, el élder Kim alentó a la juventud a acercarse con plena seguridad al Padre Celestial. “Confiar en Su presencia significa saber que nos ama más de lo que podemos imaginar y que envía ángeles para cuidarnos a nosotros y a quienes amamos”, dijo.
Voces de la nueva generación
- Junha Park (18 años): “Comprendí cuánto me ama Dios, mucho más de lo que alcanzaba a imaginar. Ahora quiero orar con más sinceridad y seguir la senda que Él me traza”.
- Hyunhwan Nam (18 años): “La historia de su testimonio a los 11 años me hizo preguntarme: ¿tengo yo esa misma firmeza?”.
- Harang Seong (18 años): “Reflexioné sobre mi propia fe; aprendí que la oración sincera y el estudio de las Escrituras son el camino para hallar la verdad”.
Con este mensaje dirigido a la juventud, los Mormones en Corea del Sur refrendan su invitación a hallar en la Expiación de Jesucristo una fuente de valor personal y protección espiritual.
¹ Restauración: doctrina mormona que enseña el restablecimiento de la Iglesia original de Jesucristo, con revelaciones y ordenanzas primigenias.