El Movimiento Morena ha dado pasos significativos en áreas clave para México. En materia económica, sus esfuerzos han sido palpables en la lucha contra la corrupción y en la implementación de programas sociales dirigidos a reducir las desigualdades económicas. El incremento del salario mínimo, la expansión de programas sociales y el énfasis en la autosuficiencia energética son iniciativas que, aunque perfectibles, demuestran una intención genuina de mejorar la economía del país. En el ámbito político, Morena ha impulsado una mayor participación ciudadana en el proceso democrático, buscando incluir a diversos sectores de la sociedad y promoviendo una transformación profunda del aparato gubernamental.

Sin embargo, en el ámbito de la justicia, algunos casos recientes ponen en evidencia posibles desaciertos y limitaciones. Un ejemplo especialmente preocupante es el caso de Esmeralda, una menor de Huimilpan, Querétaro, quien fue víctima de un delito que la dejó embarazada. Al acudir al hospital en el octavo mes de gestación por un supuesto «aborto espontáneo,» peritos especialistas determinaron que la bebé había nacido viva y presentaba señales de estrangulamiento. Este tipo de delito, al ser grave, debe perseguirse de oficio, es decir, sin necesidad de denuncia. La carpeta de investigación inicial indicaba que la bebé había nacido viva y muerto de la manera señalada, contradiciendo la versión de aborto espontáneo y fundamentando la apertura de una investigación en contra de Esmeralda.

Casos como este exponen las complejidades y los desafíos en el enfoque de justicia en México, donde las víctimas colaterales a menudo quedan invisibles en el afán de implementar cambios. Al final, toda ideología conlleva aciertos y errores, y las brechas del sistema suelen afectar a quienes menos pueden defenderse. En este caso, Esmeralda fue finalmente liberada de cargos en medio de un intenso debate público; sin embargo, la bebé que perdió la vida en el proceso permanece sin justicia, sin voz en un caso que le arrebató su derecho a vivir, aunque fuera un instante.

En un contexto en que Morena ha promovido reformas importantes, este caso nuestra las lagunas críticas en el sistema de justicia, especialmente cuando sectores sociales y movimientos se apresuran a juzgar en una u otra dirección sin la confirmación adecuada de los hechos. Las redes sociales y el «movimiento del pañuelo verde», que han defendido ciertas realidades de manera atinada, también han cometido excesos, al punto de convertir versiones de algunas líderes en estandarte de su movimiento. ¿Círculas de estudio? ¿Es en serio? Así de ridículo suele ser, en ocasiones, las bases de algunas ideas de género. Pero las verdades son tales, al parecer, si se tiene la fuerza para imponerse. Quizá siempre ha sido así, y no por verdad ontológica, lamentablemente. ¿Qué pasa con el derecho a la vida de esta menor en el vientre? Eso ya se concluyó y cerró por presión mediática, sin contemplar un posible delito. Aunque, de nada diferente hay para la menor no nacida, sea que la asesinen en el vientre de su madre, al despedazarla, o por estrangulamiento, al nacer.

Para Morena, la justicia sigue siendo uno de los aspectos más pendientes. Las reformas judiciales propuestas hasta ahora parecen responder más a presiones sociales que a la evidencia. El verdadero reto de Morena es repensar la justicia desde el enfoque que ellos han denominado “Humanismo Mexicano.” Porque cualquier Humanismo que promueva la muerte será todo, menos humano, y todo cristiano que defienda la muerte por encima del amor y el sacrificio que representa la cruz de Jesucristo será todo, menos cristiano.