La Comunidad de Cristo, anteriormente conocida como la Iglesia Reorganizada de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días (IRLDS), representa una de las ramas más significativas y distintivas del mormonismo. A diferencia de la Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días (IJSUD), que mantiene una doctrina conservadora y una estructura jerárquica rigurosa, la Comunidad de Cristo ha sido conocida por su enfoque progresista y ecuménico, buscando adaptarse a los tiempos cambiantes y enfatizando la importancia del diálogo interreligioso. A continuación se explora la historia, las doctrinas, las prácticas y la evolución de la Comunidad de Cristo, centrándose en su énfasis en el progreso social, la inclusión y su búsqueda de unidad cristiana a través del ecumenismo.
I. Historia y evolución: De la reestructuración a la modernización
1. Orígenes de la Comunidad de Cristo: La reorganización y la sucesión profética
La Comunidad de Cristo nació en 1830 con la fundación de la Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días, que fue liderada inicialmente por José Smith. Tras la muerte de Smith en 1844, surgió una disputa sobre quién debía ser el sucesor legítimo de la presidencia de la iglesia, un conflicto que condujo a la fragmentación del movimiento mormón. Mientras que la mayoría de los seguidores de Smith siguieron a Brigham Young hacia el oeste, fundando lo que sería la IJSUD, un grupo de miembros se reunió en el este de los Estados Unidos, bajo el liderazgo de Joseph Smith III, hijo de José Smith, para formar la Iglesia Reorganizada de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días en 1860.
La organización de la IRLDS fue una respuesta al vacío de liderazgo dejado por la muerte de José Smith, pero también a las tensiones internas sobre la poligamia, la autoridad del liderazgo, y la necesidad de redefinir la dirección de la iglesia en un mundo cambiante. A lo largo de las décadas, la iglesia fue desarrollando su identidad, distanciándose de las doctrinas que distinguían a la IJSUD, como la poligamia y la centralidad del templo.
2. Transformación y renombramiento: De la Iglesia Reorganizada a la Comunidad de Cristo
A partir de la segunda mitad del siglo XX, la Iglesia Reorganizada de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días comenzó a experimentar una evolución significativa en su enfoque teológico y organizativo. Esta transición estuvo marcada por un mayor énfasis en el ecumenismo, la justicia social y los derechos humanos, lo que llevó a una redefinición de su misión. En 2001, la iglesia adoptó el nombre de Comunidad de Cristo para reflejar su nuevo enfoque y su deseo de ser una iglesia inclusiva, comprometida con la paz y la unidad cristiana.
Este cambio de nombre también simbolizó un giro hacia una identidad más amplia y menos vinculada a la controversia de los orígenes del mormonismo, lo que permitió a la Comunidad de Cristo abrir sus puertas a un enfoque más universal y menos sectario. A través de este proceso, la iglesia comenzó a distanciarse de las enseñanzas más exclusivas de la IJSUD, adoptando una postura más ecuménica y progresista.
II. Teología y doctrina: Un enfoque progresista y transformador
1. Doctrinas clave de la Comunidad de Cristo
La Comunidad de Cristo ha mantenido algunas creencias centrales del mormonismo, como el reconocimiento de El Libro de Mormón como escritura sagrada y la figura de José Smith como profeta. Sin embargo, a lo largo de los años, la iglesia ha reinterpreta estas doctrinas de manera que se alineen con un enfoque más inclusivo y progresista. La más destacada de estas reconfiguraciones doctrinales es la cuestión de la autoridad profética.
Si bien la Comunidad de Cristo sigue reconociendo a sus presidentes como profetas, apóstoles y reveladores, su entendimiento de la revelación es menos centralizado y más democrático que el de la IJSUD. Esto se refleja en su énfasis en la participación de todos los miembros en la toma de decisiones y en su creencia de que la revelación divina no está restringida a la jerarquía eclesiástica. Esta comprensión de la autoridad está acompañada de una mayor flexibilidad en la interpretación de las escrituras, permitiendo un enfoque más adaptado a las realidades contemporáneas.
Además, la iglesia ha revisado muchos de los rituales y prácticas que se encuentran en la IJSUD, eliminando aquellos que se consideran demasiado exclusivos o divisivos, como la práctica de la poligamia y las enseñanzas sobre el «sellamiento eterno». En su lugar, la Comunidad de Cristo enfatiza el amor, la unidad, y la justicia social como los principios fundamentales sobre los cuales construir una comunidad cristiana.
2. La relación con el ecumenismo
La Comunidad de Cristo se distingue por su compromiso con el ecumenismo, que refleja un deseo de unificar a los cristianos en lugar de promover una doctrina segregada o exclusiva. Desde sus primeros años, la iglesia ha buscado el diálogo y la cooperación con otras tradiciones cristianas. A lo largo de las décadas, ha firmado acuerdos de cooperación con diversas iglesias protestantes y ha participado activamente en eventos interconfesionales.
El ecumenismo de la Comunidad de Cristo se manifiesta en su énfasis en la dignidad humana, la paz y la justicia, que se consideran valores universales que trascienden las divisiones denominacionales. La iglesia cree firmemente que el cuerpo de Cristo está compuesto por todas las comunidades cristianas y que la salvación no está limitada a una sola denominación. Este enfoque ha permitido que la Comunidad de Cristo sea vista como un modelo de apertura y respeto en un mundo religioso cada vez más pluralista.
III. Prácticas y compromisos sociales: Justicia, paz e inclusión
1. Justicia social y activismo
Uno de los rasgos más distintivos de la Comunidad de Cristo es su énfasis en la justicia social. La iglesia ha sido una firme defensora de los derechos humanos, la equidad de género y la justicia racial. Durante décadas, ha trabajado en diversos proyectos comunitarios y en defensa de los oprimidos, apoyando causas como los derechos de las mujeres, los pueblos indígenas y la igualdad de las personas LGBTQ+.
En 1984, la Comunidad de Cristo emitió una declaración en la que apoyaba el derecho de las mujeres a ser ordenadas al sacerdocio, una postura que la separó de la IJSUD, que aún mantiene una política restrictiva en este ámbito. Además, la iglesia ha abogado por la erradicación de la pobreza y el establecimiento de políticas públicas que promuevan la paz y la reconciliación entre las naciones.
2. Inclusión y accesibilidad
La Comunidad de Cristo también ha demostrado un fuerte compromiso con la inclusión, tanto dentro de la iglesia como en la sociedad en general. En lugar de promover una visión excluyente del cristianismo, la iglesia ha abogado por una teología que celebre la diversidad humana y que incluya a todas las personas, independientemente de su raza, género, orientación sexual o estatus económico.
Este enfoque inclusivo también se extiende a la práctica litúrgica. En lugar de los rituales exclusivos y cerrados que se encuentran en otras ramas del mormonismo, la Comunidad de Cristo promueve la participación activa de todos sus miembros, independientemente de su edad o posición jerárquica. Los sacramentos y rituales de la iglesia están abiertos a todos los fieles, y se realiza un esfuerzo consciente por mantener una atmósfera acogedora para quienes buscan un lugar en la comunidad cristiana.
IV. Retos y perspectivas de futuro
1. Los desafíos del ecumenismo y el progreso
Aunque el enfoque progresista y ecuménico de la Comunidad de Cristo ha sido ampliamente elogiado, también ha enfrentado desafíos significativos. Uno de los mayores retos es equilibrar su identidad única como parte del movimiento de los Santos de los Últimos Días, mientras se mantiene abierta a la colaboración con otras denominaciones. Algunos miembros han expresado preocupación por la pérdida de su identidad mormona original, mientras que otros critican la falta de compromiso doctrinal más firme.
El futuro de la Comunidad de Cristo dependerá de su capacidad para mantener un equilibrio entre su herencia mormona y su enfoque inclusivo y progresista, sin alienar a los miembros que prefieren una identidad más tradicional o conservadora.
2. El camino hacia la unidad cristiana
El ecumenismo de la Comunidad de Cristo tiene una perspectiva ambiciosa, pero también enfrenta obstáculos inherentes a la pluralidad del cristianismo global. La iglesia deberá navegar las diferencias teológicas y doctrinales con otras tradiciones cristianas, todo mientras mantiene su enfoque centrado en la unidad y la paz.
Conclusión
La Comunidad de Cristo ha evolucionado significativamente desde sus primeros días como la Iglesia Reorganizada de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días. Su enfoque progresista y ecuménico ha sido un factor clave en su crecimiento y en su relevancia en un mundo religioso diverso y plural. A través de su énfasis en la justicia social, la paz, la inclusión y el diálogo interreligioso, la Comunidad de Cristo ha logrado diferenciarse de otras ramas del mormonismo y ha presentado un modelo de iglesia que abraza la transformación y la unidad cristiana. Aunque enfrenta desafíos, su compromiso con los ideales de justicia, amor y paz sigue siendo una parte esencial de su misión en el mundo contemporáneo.
Mormonismo y Variantes: Historia, Doctrina y Cultura
Módulo 1: Fundamentos históricos y doctrinales
- Objetivo: Explorar los orígenes históricos y las bases doctrinales de la IJSUD y sus ramas.
- Temas:
- José Smith y la Restauración: Biografía, contexto histórico y social, revelaciones iniciales.
- El Libro de Mormón: Análisis literario, doctrinal y arqueológico.
- Cisma y fragmentación: Poligamia, sucesión profética y surgimiento de las variantes.
- Historia de las denominaciones clave: Comunidad de Cristo, FLDS, Bickertonitas y otras.
Módulo 2: Teología y Escrituras
- Objetivo: Estudiar las doctrinas centrales y las escrituras del mormonismo en sus distintas expresiones.
- Temas:
- La Trinidad mormona: Diferencias con el cristianismo tradicional.
- Escrituras clave: El Libro de Mormón, Doctrina y Convenios, y La Perla de Gran Precio.
- Sacramentos y ordenanzas: Bautismo, sellamiento, y trabajo vicario.
- El papel de la profecía y la revelación continua.
Módulo 3: Antropología y cultura mormona
- Objetivo: Examinar el impacto cultural y social del mormonismo.
- Temas:
- Cultura comunitaria y familiar: Enfoque en el matrimonio y la genealogía.
- El templo como espacio sagrado: Arquitectura, rituales y simbolismo.
- Expresiones culturales: Música, arte, literatura y cine en el mormonismo.
- Rol de la mujer y el género: Diferencias doctrinales y culturales entre variantes.
Módulo 4: Sociología y política
- Objetivo: Analizar la interacción entre el mormonismo y las estructuras sociales y políticas.
- Temas:
- La IJSUD como institución global: Expansión misionera, liderazgo y administración.
- Relación con el Estado: Poligamia, leyes de libertad religiosa y derechos civiles.
- El mormonismo en la política: Desde Utah a la Casa Blanca.
- Controversias modernas: Poligamia, LGBTQ+, racismo y reformas internas.
Módulo 5: Variantes del mormonismo
- Objetivo: Comparar las doctrinas y prácticas de las principales variantes.
- Temas:
- Iglesia Fundamentalista de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días: Poligamia y comunidades cerradas.
- Comunidad de Cristo: Progresismo y ecumenismo.
- Grupos restauracionistas independientes: Bricolaje teológico.
- El caso del Temple Lot: Historia y conflicto territorial.
Módulo 6: Perspectivas críticas y metodologías de análisis
- Objetivo: Introducir enfoques académicos para el estudio crítico del mormonismo.
- Temas:
- Historia comparativa de religiones: Paralelismos y diferencias con otras restauraciones.
- Estudios postcoloniales: Mormonismo y expansión cultural.
- Metodología antropológica: Trabajo de campo en comunidades mormonas.
- Críticas internas y externas: Apologética vs. análisis secular.