La relación entre la Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días (IJSUD) y el Estado ha sido una de las más complejas y conflictivas en la historia religiosa de Estados Unidos. Desde sus primeros días, la IJSUD ha sido vista con recelo por las autoridades estadounidenses, especialmente por su práctica de la poligamia, una doctrina central que se convirtió en una piedra angular del movimiento mormón en sus primeras décadas. Además, el comportamiento de los líderes mormones y las prácticas sociales adoptadas por la iglesia fueron percibidos como una amenaza tanto a la estructura política como a los valores sociales de la nación. A continuación se explora cómo la poligamia, las leyes de libertad religiosa y los derechos civiles fueron factores claves en la relación entre la Iglesia mormona y el Estado, además de cómo estos elementos moldearon las políticas públicas en su interacción mutua.
I. La Poligamia en la IJSUD: Doctrina y Conflicto con la Ley Estatal
1. El origen de la poligamia en la IJSUD
La práctica de la poligamia, o matrimonio plural, fue introducida por José Smith, el fundador de la Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días, en la década de 1840. Según las enseñanzas de Smith, la poligamia no solo era una práctica divina, sino una ordenanza religiosa que debía ser llevada a cabo para establecer una sociedad celestial. En 1843, Smith reveló a sus seguidores que Dios había mandado la práctica del matrimonio plural como un mandato divino, y que los miembros fieles debían cumplirlo si querían alcanzar la exaltación en el Reino de Dios.
La idea central era que, al igual que en la antigua Israel, los fieles debían practicar la poligamia para aumentar el número de la descendencia en el reino de Dios. A lo largo de los años, Smith tomó múltiples esposas, y a su muerte en 1844, su sucesor Brigham Young continuó con esta práctica en la comunidad mormona, especialmente en la región del desierto de Utah.
2. La poligamia como desafío a las leyes estatales
La poligamia fue vista por la mayoría de la sociedad estadounidense como una violación flagrante de los valores occidentales del matrimonio monógamo. Durante la década de 1850, cuando los mormones se asentaron en el territorio de Utah bajo el liderazgo de Brigham Young, la práctica de la poligamia fue oficialmente adoptada como una doctrina central de la iglesia. Esta práctica no solo fue rechazada por las autoridades locales no mormonas, sino que también provocó una fuerte oposición a nivel federal.
El gobierno de Estados Unidos, particularmente bajo la administración del presidente Abraham Lincoln, comenzó a intervenir en las prácticas religiosas de la iglesia mormona, comenzando con la aprobación de la Ley de Morrill en 1862. Esta ley prohibió la poligamia en los territorios federales, incluyendo Utah, y requirió la disolución de cualquier matrimonio plural. El gobierno de los Estados Unidos consideraba que la poligamia era una amenaza a la moral pública y a los valores del matrimonio occidental, por lo que empezó a imponer sanciones penales a los mormones que practicaban esta costumbre.
3. La respuesta mormona: Desafío y aceptación de la ley
Durante varias décadas, los mormones resistieron los intentos del gobierno de prohibir la poligamia, lo que llevó a confrontaciones directas entre la iglesia y las autoridades federales. Los líderes mormones defendían la libertad religiosa como un derecho constitucional, argumentando que la práctica de la poligamia estaba protegida por la Primera Enmienda, que garantizaba la libertad de culto.
A pesar de esta resistencia, las presiones externas se hicieron cada vez más fuertes. En 1890, la iglesia mormona, bajo la dirección del presidente Wilford Woodruff, finalmente emitió el «Manifiesto», una declaración oficial que renunciaba a la práctica de la poligamia. Este acto fue una respuesta directa a la presión del gobierno federal, que amenazaba con despojar a la iglesia de sus tierras y propiedades en Utah, y con aplicar leyes más estrictas contra la poligamia. Aunque el Manifiesto detuvo formalmente la práctica de la poligamia, la práctica continuó de manera subterránea entre ciertos grupos, lo que más tarde llevaría a la creación de sectas fundamentalistas dentro del mormonismo.
II. Libertad Religiosa y Derecho a Practicar la Fe: La IJSUD frente al Estado
1. El concepto de libertad religiosa en Estados Unidos
La libertad religiosa ha sido un principio fundamental en la constitución de Estados Unidos. La Primera Enmienda de la Constitución de los Estados Unidos establece que «El Congreso no hará ninguna ley por la que se establezca una religión, ni prohiba el libre ejercicio de la misma». Este principio de libertad religiosa ha sido interpretado de diversas maneras a lo largo de la historia del país, y su aplicación se ha vuelto particularmente relevante en el caso de los mormones debido a la naturaleza poco convencional de algunas de sus prácticas.
2. La relación tensa entre la IJSUD y el gobierno federal
Desde su fundación, la IJSUD ha estado en conflicto con las autoridades federales, principalmente debido a las diferencias doctrinales y las prácticas religiosas que se apartaban de la norma establecida. Los líderes mormones defendían la primacía de las revelaciones que recibían, lo que les otorgaba una autoridad religiosa y, por ende, el derecho a ejercer sus creencias sin interferencia externa. Sin embargo, el gobierno federal no veía la libertad religiosa como un derecho absoluto cuando se trataba de prácticas que eran consideradas inmorales o contrarias al orden público.
El caso de la poligamia se convirtió en el centro de este debate, ya que la iglesia mormona insistía en su derecho a practicarla, mientras que el gobierno veía la poligamia como un atentado contra las normas sociales y las leyes que regulaban el matrimonio. A medida que las tensiones aumentaron, el gobierno de Estados Unidos adoptó una postura más agresiva para erradicar la práctica, utilizando tanto medidas legales como la amenaza de la violencia.
3. La resolución del conflicto: El Manifiesto y la adaptación de la iglesia
El «Manifiesto» de 1890 fue un punto de inflexión crucial en la relación entre la iglesia mormona y el gobierno federal. Con la firma del Manifiesto, la iglesia se comprometió a abandonar oficialmente la práctica de la poligamia, lo que permitió a la IJSUD integrarse más plenamente en la sociedad estadounidense. Sin embargo, esta decisión no fue fácil para los mormones, y muchos miembros continuaron practicando la poligamia en secreto, dando lugar a las divisiones dentro de la comunidad mormona que darían lugar a grupos fundamentalistas.
La renuncia a la poligamia también facilitó que el estado de Utah fuera admitido en la Unión en 1896, lo que proporcionó a los mormones una mayor autonomía política. A lo largo del siglo XX, la iglesia mormona adoptó un enfoque más moderado en cuanto a sus prácticas sociales, promoviendo una imagen más aceptable ante la sociedad estadounidense y buscando el respeto de los derechos civiles de todos los ciudadanos.
III. Derechos Civiles: Los Mormones y la Larga Lucha por la Igualdad
1. Desafíos sociales y políticos para los mormones
A pesar de que el Manifiesto permitió que los mormones se integraran más fácilmente en la sociedad estadounidense, las tensiones entre los mormones y la sociedad en general no desaparecieron de inmediato. Los mormones fueron percibidos por muchos como una secta peligrosa y subversiva, especialmente debido a sus creencias sobre la autoridad religiosa y el control social. Además, las tensiones entre los mormones y la sociedad en general se manifestaron en el trato desigual de los mormones en cuanto a derechos civiles, educación y derechos políticos.
2. Los mormones y la lucha por la igualdad racial
Un tema importante en la lucha por los derechos civiles dentro de la IJSUD fue la cuestión racial. En el siglo XIX y principios del XX, la iglesia mormona mantuvo una política de segregación racial, excluyendo a los afroamericanos del sacerdocio y de algunas ordenanzas sagradas. Esta postura fue objeto de críticas por parte de grupos de derechos civiles y por muchos dentro de la iglesia misma. En 1978, la iglesia mormona emitió una revelación que permitió que los afroamericanos recibieran el sacerdocio, marcando un cambio importante en la política de inclusión racial.
3. La adaptación a la sociedad moderna y los derechos civiles
Hoy en día, la Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días promueve activamente la integración de sus miembros en la sociedad, defendiendo valores de libertad religiosa, paz y trabajo comunitario. La relación con el Estado, aunque aún influenciada por su historia de tensiones, es ahora más colaborativa, y la iglesia trabaja para garantizar que sus miembros disfruten de los mismos derechos civiles que cualquier otra persona.
Conclusión
La relación entre la IJSUD y el Estado de Estados Unidos ha estado marcada por el conflicto, especialmente debido a la poligamia y las prácticas religiosas no convencionales de los mormones. Desde la introducción de la poligamia en la doctrina mormona hasta la renuncia oficial a esta práctica y la posterior lucha por la igualdad de derechos civiles, la historia de la IJSUD es un testimonio de la tensión entre la libertad religiosa y las leyes del Estado. Sin embargo, a lo largo de los años, la iglesia ha logrado una mayor aceptación en la sociedad estadounidense, adaptándose a los cambios sociales y políticos, y abogando por el respeto a los derechos civiles de sus miembros.